Cuenta la
mitología griega, que la isla fue escogida así por el héroe Mykonos, hijo de
Apolo; por lo tanto es la isla de la luz, pues del que tomó su nombre tenía
parentescos familiares con el luminoso Apolo. Se dice también que en Mykonos el
legendario Heracles (Hércules) mató a los gigantes, cuyos cuerpos petrificados
formaron las rocas de la isla. En otra interpretación del mito, es el propio
Poseidón quien levanta las rocas que forman la isla, también en contra de los
gigantes.
Los primeros
pobladores de Mykonos se creen pueden ser los lélegues y a los kares. Quizás
luego le siguieron los egipcios, los fenicios, los krites y por último los
jónicos, quienes llegaron a esta isla desde Atenas en el siglo IX a. C. A
partir de entonces el destino de Mykonos siguió similarmente al de todas las
islas Cícladas. Al principio estuvo bajo el dominio ateniense estando siempre
en segundo lugar. En la época de Darío antigüedad había al menos dos ciudades
en la isla, así lo pone de manifiesto Skilakas. Una de ellas estaba cerca de la
actual capital, dentro del mismo Kastro (Fuerte), donde se han encontrado
huellas de la cultura cicládica prehistórica. En Linó, se conservan las ruinas
de la muralla y de dos torres que datan de la época clásica.
Los Mykonios
fueron navegantes y agricultores. Vivían dispersos en la isla al igual que
ocurre hoy en día. En los tiempos históricos fueron fanáticos de Poseidón y de
Apolo, ambos dioses probablemente estaban vinculadas con el medio natural de la
isla: el sol y el mar. Al parecer también Dionisio recibía especiales honores,
así como Dímitra (Démeter), la diosa protectora de la agricultura.
En el año 478 a.
C. se funda la primera Alianza Ateniense, y Mykonos forma parte de ella. La
declaración de Delos como puerto libre significó cierto auge en la zona, lo
cual benefició mucho a Mykonos. Pero en el 88 a. C. Delos es destruida y
Mykonos entra en decadencia. En la época del Imperio Bizantino, Mykonos pasa a
formar parte de la provincia Aquea y, posteriormente, pasó a depender del resto
de las islas.
Después de la toma
de Constantinopla realizada por los cruzados francos en el año 1204, el
gobierno sobre las Cícladas pasa a manos de los venecianos, bajo la dirección
de Marco Sanudo. Sin embargo, la administración y gobierno fue cedida a los
Ghizi hasta la muerte de Georges III Ghizi. Ahí es cuando se envía el primer
gobernador veneciano a la isla. En el año 1537 la isla es desbastada por el
famoso pirata Barbarroja, y ese mismo año cae bajo el dominio turco.
A mediados del
siglo XV, y aún bajo el dominio de los turcos Otomanos, es gobernada por
“capitanes” y “gobernadores”. En el año 1615, después de la muerte del último
capitán, el mismo pueblo de Mykonos en asamblea general, elige a dos de sus
compañeros para que gobiernen durante un año.
Así surgió y posteriormente se
desarrolló según las necesidades y privilegios que obtuvieron de los Pacas, la
“comunidad” de los Mykonios. De acuerdo con esta comunidad, la isla era
administrada por los comisionados que eran elegidos por votación general.
La economía estaba basada en la producción de algodón y vino de excelente calidad, el cual se distribuía al ejército veneciano. Desde los primeros años del siglo XVI hasta fines del siglo XVII, Mykonos se convierte en refugio y nido de piratas y de rebeldes.
Los habitantes de la isla colaboraban con los piratas comprándoles el botín de sus piraterías a bajo precio y revendiéndolo luego en Constantinopla, en Italia o en Francia.
Esta actividad comercial de los mykonios trae como consecuencia la prosperidad a la isla. En el año 1545 los venecianos vuelven al poder por un corto período de tiempo. Lo mismo ocurre entre los años 1645 a 1669, y 1688 a 1699.
Sin embargo, la decadencia del imperio Otomano, la guerra entre Turquía y Venecia, las masacres y expulsiones sufridas por los griegos traen como consecuencia una disminución de la población, de modo tal que desde 1633 hasta 1667 la isla queda casi totalmente despoblada y los pocos habitantes que quedaban son azotados por una epidemia de cólera.
Luego la isla queda bajo el dominio Ruso. En el siglo XVIII se observa un nuevo período de auge económico. Mykonos constituye entonces un lugar importante en la ruta de los barcos franceses que se dirigen a Esmirna y a Constantinopla. Alcanza su propia flota. De una población total de 3000 habitantes, 500 son marineros.
También,
construye su pequeño astillero y durante el conflicto anglo-franco y el bloqueo
de puertos que le siguió, los Mykonios proveen los puertos bloqueados con
cereales.
El desarrollo de la flota naviera se vincula
asimismo con la creación de la industria de la lana y del algodón por parte de
las mujeres, y con la industria del pan y el molido de los cereales y granos,
por parte de los hombres. De esta manera el período transcurrido entre los años
1750 y 1815 constituye para la isla una época de gran auge.
En
la revolución de 1821, Mykonos toma parte activa en la lucha, ofreciéndole
barcos al almirante Tombazis, y cuando los turcos toman represalia hacia la
isla, los habitantes se agrupan bajo el liderazgo de la heroína local llamada
Mandó Mavroguenis y se defienden exitosamente. En el siglo XIX, el dominio de
los barcos a vapor y la incapacidad de los habitantes de la isla para adaptarse
a las nuevas circunstancias conducen la economía de la isla al olvido.
La secuela inmediata es la emigración de los
Mykonios hacia zonas que prometían más suerte hasta que, en la década de 1950,
los primeros turistas con destino a los espacios arqueológicos de Delos
descubren la magia y el encanto de Mykonos. Se inicia una época totalmente
nueva en la historia de esta isla: el negocio del turismo ha convertido a la
ista en uno de los lugares más conocidos de Europa y Grecia.
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